La desdolarización avanza rápidamente, ya que Rusia y Bielorrusia han dejado de utilizar el dólar estadounidense en un 98.8% de su comercio, lo que provoca importantes reconfiguraciones económicas que desafían la supremacía financiera occidental y alimentan la volatilidad global.
Rusia y Bielorrusia han completado un notable cambio del 98.8% hacia el uso de monedas nacionales en sus transacciones comerciales. Esta tendencia global hacia la desdolarización está cobrando fuerza, ya que los países buscan disminuir su dependencia del dólar estadounidense.